El Everest hizo historia. Las atletas obtuvieron el primer lugar en el campeonato Interescolar Preparatorio de Atletismo Mario correa del Club Atlético Nacional., destronando al ya siete veces campeón: Villa María Academy.
Este triunfo es histórico para el Everest, ya que las atletas de nuestro colegio han hecho realidad un sueño fruto del trabajo de toda una comunidad durante muchos años, obteniendo este primer lugar.
Nuestra alegría no está puesta en el premio obtenido ni en las consecuencias de ello, sino que en la profunda satisfacción de haber hecho historia. Detrás de esta victoria el Semper Altius se ve grabado a fuego: hace 15 años se inició este camino en el Interescolar con unos pocos y meritorios puntos que luego de arduo y constante entrenamiento, superación personal y sacrificio, en los que muchas veces los resultados no se mostraron en el marcador, como pasa habitualmente en la vida, se pudo llegar a este histórico triunfo.
Esta victoria es un logro de nuestra comunidad ENTERA; todos y cada uno de quienes formamos parte de ella, nos debemos sentir orgullosos de esta victoria. Y por eso estamos alegres, porque Juntos Somos Everest y donde cae uno, caemos todos, donde crece uno, crecemos todos…donde gana uno, ganamos todos.
Primeramente este triunfo es mérito de nuestras atletas, quienes dieron todo en la pista para dejar en lo más alto los colores del colegio tras haberse preparado con dedicación y esfuerzo. Por eso, ésta es también una gran oportunidad para motivar a muchos de nuestros alumnos que entrenan en diversas disciplinas deportivas para dar siempre lo mejor, con la perspectiva cierta de que sus esfuerzos, como lo pudimos constatar hoy, pueden dar muchos frutos.
Todos los formadores del Everest, en alguna medida, han sido arquitectos de este triunfo: las educadoras de preescolar, que desde los primeros años fueron forjando una personalidad y unos hábitos necesarios para la rigurosidad que requiere una disciplina deportiva; sus profesores de básica y media que los acompañaron a descubrir sus talentos y los motivaron a desarrollarlos; sus prefectos, sacerdotes y personal consagrado que los motivaron a ir siempre por más.
Y por supuesto, sus entrenadores y todo el equipo de la coordinación de deportes, que hoy han hecho historia. Son ellos los encargados de acompañar, motivar y sacar lo mejor de cada uno de nuestros deportistas, convirtiéndolos en competidores de élite, capaces de superarse a sí mismos y en relación a sus pares. Cabe destacar la noble función de todo el equipo de mantención, guardias, personal de aseo, quienes mantienen las instalaciones para que los atletas se puedan desarrollar. Su compromiso y trabajo dedicado ha contribuido a escribir parte de esta historia.
Pero nada de esto sería posible sin una familia detrás que hace al atleta perseverar, que lo anima a seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles o no se logran los resultados esperados, cuando hay que renunciar a muchas cosas y entrenar y participar en una y otra competencia más.
Quienes asistimos a la barra, con la camiseta bien puesta, luciendo los colores del Everest, también debemos sentirnos parte importante de este triunfo. La sólida labor del CDAE por semanas y que culmina dejando el alma en la tarima, nos llena de orgullo, ya que logra congregar a toda la comunidad que se une en torno a los gritos de aliento para nuestros queridos atletas. Especialmente a ellos, los invitamos a celebrar con alegría, pero con mucha moderación, poniendo siempre por delante los valores que identifican a nuestros gladiadores.