II Ciclo (3° a 6° básico)

Nuestra misión es «Fortalecer en los alumnos el desarrollo del área socioemocional y cognitiva, potenciando el crecimiento de un mayor grado de autonomía, una sana convivencia, sentido de pertenencia e iniciación a la vida sacramental, poniendo énfasis en las funciones ejecutivas como la capacidad de organización, planificación y resolución de problemas de la vida diaria, a través del trabajo colaborativo y del uso de estrategias metodológicas innovadoras».

  • Entendemos por estrategias innovadoras aquellas que consideran en la planificación del proceso de enseñanza la diversidad de estilos de aprendizaje de los estudiantes tales como: Visual, auditivo, kinestésico, lingüístico, inter-intra personal, lógico matemático, entre otros.
  • Trabajamos dentro y fuera de las salas de clases utilizando metodologías en donde los alumnos identifican un problema real y elaboran un proyecto para dar una respuesta y/o solución, presentan en exposiciones orales y escritas temas que han investigado de acuerdo a sus intereses, trabajan en grupos diferenciados desarrollando mayor autonomía en el aprendizaje y participando en actividades lúdicas y de exploración, utilizando recursos que los ayudan a aprender nuevos conocimientos, desarrollar habilidades y/o reforzar aprendizajes.
  • Buscamos también en este Ciclo el desarrollo de las competencias académicas en nuestros alumnos, esenciales para lograr aprendizajes sólidos y creativos que les serán útiles para toda la vida. Consideramos fundamental también, aprovechar el desarrollo de la segunda lengua inglés, dando continuidad a lo impulsado en una primera etapa escolar, considerando la plasticidad cerebral a esta edad.
  • El aprendizaje escolar se divide en un área académica y social; Ambos requieren que el niño desarrolle competencias básicas, las que le servirán para adquirir conocimientos, cultura, destrezas específicas intelectuales y un repertorio de habilidades sociales y emocionales al servicio de la adaptación a su medio. No hay aprendizajes escolares reales y significativos, si en el niño no se desarrollan tales competencias. Para que los talentos de nuestros alumnos estén al servicio de los aprendizajes escolares deben ser buenos administradores. Es una etapa en la cual debemos acompañarlos de manera cercana, enseñándoles estrategias como la organización, planificación y resolución de problemas, que los ayuden así a asimilar los aprendizajes, avanzando progresivamente hacia un trabajo cada vez más autónomo.
  • Como colegio apuntamos a armonizar el currículo, desarrollo y vivencia de la espiritualidad y competencias cognitivas (esencialmente, las competencias psicolingüísticas, de pensamiento lógico simbólico y de administración intelectual), con el objetivo de lograr aprendizajes académicos que perduren en el tiempo. Sin embargo, es fundamental complementar dicha enseñanza con las competencias sociales, indispensables para el sano convivir al interior del colegio y más adelante en la vida, para llegar a ser un adulto sano, proactivo e íntegro.

«El ideal formativo del Regnum Christi requiere para su realización, un modelo pedagógico que tome como punto de partida las características personales de cada alumno, promoviendo su libertad y responsabilidad, que favorezca la relación maestro-discípulo y que promueva la excelencia de vida, es decir, que desarrolle los propios talentos al servicio de los demás». (Ideario 13)